16 de diciembre de 2012

Ana III

Yo no me quiero, yo no me he visto, solo he dejado mis dientes tirados en tu puerta. A veces el sillón me habla para que solo lo escuche, encontré una moneda de veinte céntimos, voy a dibujarte en espirales -“hice trampa”- balbucean los cojines, y yo prometo que ya no voy a bailar contigo, que me cepillare después de cada poema y que me ensuciare las uñas de tinta. Yo no estoy aquí, yo no he… aló? No comprare celulares, yo venderé celulares, yo vendí celulares, ese trabajo era una mierda y no me pagaron (pero tengo mis veinte). Te tengo en números romanos, lo prometo, ya no, yo no. Hablemos otro día Ana (-)